Constanza, de Guillermo Jiménez, inmersión al mundo de la adjetivización y la narrativa poética
Reciente edición conmemorativa de las dos obras emblemáticas de Guillermo Jiménez, en el centenario de la primera edición de Constanza (1921-2021)
ilustrada por las viñetas de "Tijelino" que han sido rescatadas para este volumen.
Por: Dr. Antonio Cárdenas Contreras
Leer Constanza (1921) del zapotlense Guillermo Jiménez es una inmersión total al mundo de la adjetivización y la narrativa poética. Es un viaje exquisito y fabuloso; en el cual, leemos la gran pasión filial y la más bella descripción del pasado del autor.
Escudriñar este estilo es develar, penetrar, desenmascarar y apreciar el intenso amor de un hijo y su madre glorificada.
Constanza surge al final violento de la hecatombe mexicana (1910-1921) y afianzamiento trágico del cristerismo donde todos se mataban con confianza.
Jiménez surge en contraposición a la violencia arrasadora y destructiva de la decena trágica de un ambiente social de asesinos y analfabetos que cargaban en sus espaldas el abuso gubernamental desde que habían nacido.
Jiménez enfrenta a la barbarie al iniciar la tercera década del siglo pasado con papel y bolígrafo demostrando que en México no todo era apocalíptico porque existía espacio a la cordura, el amor, la esperanza y el arte literario.
Ciudad Guzmán ha tenido tres grandes escritores cuyas letras cruzaron la frontera jalisciense hacia el mundo: La hija del bandido o los subterráneos del nevado (1887) de Refugio Barragán de Toscano; primera novela escrita por una mujer en México.
El segundo, Juan José Arreola publicando La feria en 1963 y Guillermo Jiménez el gran diplomático y escritor publicando Constanza en 1921 y Zapotlán en 1940.
El gobernador jalisciense Agustín Yáñez autor de Al filo del agua fue también de materia masónica y le otorga la medalla: José María Vigíl en 1954.
Cabe mencionar que los dos biógrafos de investigación extensa en esta ciudad son: Orso Arreola autor de El último juglar donde narra la vida y obra de su padre Juan José Arreola; y, la poderosa autoría biográfica de Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar, el cual, revive la vida, obra y legado de Guillermo Jiménez.
Jiménez recibe en Francia Las Palmas Académicas en 1947 y la medalla que otorga La Orden de Caballeros de La Legión de Honor en 1951.
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