El desarrollo y la influencia literaria de la obra jimeniana en la literatura mexicana e Hispanoamericana
Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar
Uno de los aspectos que se dio entre los creadores literarios de finales del siglo XIX y principios del siguiente siglo XX en la provincia mexicana, en particular de nuestra entidad jalisciense fue la migración de los literatos y artistas para dejar su lugar de origen para ir en pos de la gran ciudad, en este caso nos referimos a la ciudad de México, capital de la república.
El desarrollo de
esa ciudad por esos años y siendo la ciudad más importante y diversa de toda la
nación fue que llevó a aquellos hombres en búsqueda de su consolidación como
escritores o artistas y su proyección cultural. Entre los hombres y nombres
contamos con Enrique González Martínez, Amado Nervo, Agustín Yáñez, Juan Rulfo,
Juan José Arreola, Elías Nandino, José Luis Martínez, y el propio Guillermo
Jiménez, entre muchos otros personajes.
Guillermo Jiménez
como parte de esa pléyade de personajes culturales de Jalisco, el oriundo de
Zapotlán el Grande-Ciudad Guzmán, que nace a finales del siglo decimonónico en esa pequeña
población tradicionalista enclavada en el Sur de Jalisco, donde para llegar al desarrollo pleno tenía que salirse de su matria para ir a la conquista de la ciudad. Así lo hizo Guillermo Jiménez, primero yendo a la capital del estado Guadalajara para posteriormente ir ya
a la urbe y capital de la república mexicana.
Guillermo trabajó en instituciones del gobierno federal y empezó en aquella ciudad a publicar sus primeras obras literarias, abordándolas desde la influencia literaria en boga. Con el paso del tiempo, las lecturas acumuladas, los viajes y las vivencias de su estancia por Europa fue y tuvo su desenvolvimiento y crecimiento cultural literario, mismo que lo llevó a plasmarlo en sus últimas obras literarias.
Pedro Páramo de Juan Rulfo y Zapotlán de Guillermo Jiménez 2 novelas con formas paralelas
Entre las manifestaciones literarias significativas de Guillermo Jiménez fue la técnica empleada en su novela Zapotlán, fue esta obra de madurez literaria que plasma y refleja ese crecimiento literario y cultural capitalizado en años de vida, y que en el tiempo fue emulada siete años después de su publicación por Agustín Yáñez en Al filo del agua, 15 años después por Juan Rulfo en Pedro Páramo y 27 años después por Gabriel García Márquez en 100 años de soledad. Sin duda adelantarse a ellos tiene mucho mérito, pues los dos últimos son escritores canónicos de la literatura hispanoamericana y universal. Pero no sólo por estos importantes escritores universales fue que su estilo y escritura influyó sino que también para otros escritores más domésticos, como Andrés Henestroza, Francesco Frola y otros.
Al saber la
grandeza de la obra literaria de este hombre ilustre se hace la interrogante ¿por qué pocos
zapotlenses lo han leído? Guillermo Jiménez es y ha sido uno de los grandes olvidados de
la literatura mexicana. Esto se debe a que el autor no escribía conforme a los
ideales revolucionarios, pero también porque nunca fue parte de los grupos,
capillas o mafias culturales que se desarrollaron en gran parte de la primera
mitad del siglo XX en la capital, esto lo marginó y lo freno para que tuviera
un lugar preponderante de la literatura mexicana.
La vida bohemia y familiar de Guillermo fue la de un cosmopolita, pero también la de un hombre enfrascado en su trabajo como servidor público que le permitiera ganar su subsistencia existencial para él y su familia. Es por ello que su nombre no es equiparable a otros de la literatura mexicana, mismo que se supieron promoverse y acercarse a los cotos de poder cultural de la época.
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